Catorce horas de viaje, calor, retrasos y la necesidad de subir kilómetro y medio de una loma al mediodia del Pacífico mexicano cargando mucho equipaje... aligerar la carga. Subo sin mi cámara a traer el transporte.
Eso NO se hace.
Ahora, no puedo hacer más que recordar a esos dos venados burlándose de mi holganza.
Clases y mucho trabajo. Al final del día (la mitad de la jornada), un nopal me hace una de las primeras tomas de la temporada...
¡Ya estamos en Chamela!
Saludos al respetable y al no tanto
y gracias por la invitación...
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